Una cosa es una cosa otra cosa es otra cosa
Eloisa Castro

Aprendimos que “cosa” es una palabra perezosa, ambigua y vaga. Que es mejor no usarla. Que no dice nada. Cosa es una palabra sin bordes y ahí está su gracia. Como no dice nada puede decirlo todo. Si una palabra puede ser todas las cosas, entonces hay tantas cosas como formas de mirarlas, nombrarlas y usarlas.

Una escoba es una escoba hasta que se voltea. Entonces ya no barre, vuela. Basta con girar la mirada para hacer de una cacerola un instrumento de protesta, según cómo y para qué se agarre. Un martillo lo mismo clava que desclava.

Una estampita de San Antonio de cabeza concede favores amorosos en lugar de invocar la plegaria. Un lápiz dibuja y borra según por dónde se tome. Y así cambia el sentido y lo que era una cosa ahora es otra, o muchas, o la misma, pero distinta.

Con un giro a lo cotidiano, de pronto, produce extrañeza. Lo práctico se convierte en simbólico. Lo utilitario se vuelve mágico.

Una cosa es una cosa otra cosa es otra cosa
Eloisa Castro

Aprendimos que “cosa” es una palabra perezosa, ambigua y vaga. Que es mejor no usarla. Que no dice nada. Cosa es una palabra sin bordes y ahí está su gracia. Como no dice nada puede decirlo todo. Si una palabra puede ser todas las cosas, entonces hay tantas cosas como formas de mirarlas, nombrarlas y usarlas.
Una escoba es una escoba hasta que se voltea. Entonces ya no barre, vuela. Basta con girar la mirada para hacer de una cacerola un instrumento de protesta, según cómo y para qué se agarre. Un martillo lo mismo clava que desclava. Una estampita de San Antonio de cabeza concede favores amorosos en lugar de invocar la plegaria. Un lápiz dibuja y borra según por dónde se tome. Y así cambia el sentido y lo que era una cosa ahora es otra, o muchas, o la misma, pero distinta. Con un giro a lo cotidiano, de pronto, produce extrañeza. Lo práctico se convierte en simbólico. Lo utilitario se vuelve mágico.
La serie parte de la capacidad de lo cotidiano para ser múltiples cosas a la vez y explora los códigos culturales que le atribuimos a aquello que nos rodea. Cada cual ve lo que quiere ver, lo que puede ver, lo que le enseñaron a ver, a veces, lo que necesita ver. En el fondo, lo que se ve habla más de nosotros que de las cosas mismas. Al final, una cosa puede ser muchas cosas.
CALLE 26B # 3-47 | BOGOTÁ, CO 110311
info@galeriasn.com Regístrate