Cien vistas al sol
Abraham Benjumea
29 de julio de 2023

Lluvia Solar

En mi cuarto hay un libro que se llama El Sol. Hay un barril metálico en miniatura, donde pongo varios esferas y lápices, que tiene la inscripción SUNOCO. También encuentro un álbum de vinilo que se llama Rising Sun. Otro disco que dice SUN-RA y un recorte de una imagen cósmica con u pequeño pie de página que dice “fig. 7. lluvia solar”. Pienso en que el sol está presente en todo.

No solo en todas partes de la tierra, no solo en todas partes del universo, sus rayos se tardarán pero seguro llegan hasta el borde de la expansión cósmica, si no en todos nosotros. No solo físicamente sino como símbolo. En algún momento todos adoramos al sol. La humanidad eternamente adorará al sol y lo intentará representar. 

Cien vistas al sol
Abraham Benjumea
29 de julio de 2023

LLUVIA SOLAR

En mi cuarto hay un libro que se llama El Sol. Hay un barril metálico en miniatura, donde pongo varios esferas y lápices, que tiene la inscripción SUNOCO. También encuentro un álbum de vinilo que se llama Rising Sun. Otro disco que dice SUN-RA y un recorte de una imagen cósmica con u pequeño pie de página que dice “fig. 7. lluvia solar”. Pienso en que el sol está presente en todo. No solo en todas partes de la tierra, no solo en todas partes del universo, sus rayos se tardarán pero seguro llegan hasta el borde de la expansión cósmica, si no en todos nosotros. No solo físicamente sino como símbolo. En algún momento todos adoramos al sol.

La humanidad eternamente adorará al sol y lo intentará representar. Abraham lo hizo, miró hacia arriba de cien maneras distintas y afortunadamente no se quemó los ojos. Mirar al sol y fijarlo es una tarea difícil, La tierra gira alrededor del él, al tiempo que él rota sobre sí mismo, sus rayos cambian de color de acuerdo a donde se encuentre respecto a nosotros.

A veces me imagino que Abraham hizo todas las vistas en un día y de un solo tirón, y aun así se quedaría infinitamente corto para representar todos los posibles soles. Puede sonar redundante y simplón pero Abraham pintó el sol usando el sol. con pigmentos orgánicos provenientes de plantas que fueron alimentadas por el sol y con pigmentos minerales óxidados y envejecidos por el sol, ambos grupos suspendidos en aceite y untados sobre tela o retablos.
Todo lo que toca el sol lo cambia. Cada tono, cada piel, cada vista. Es verdad, uno puede decir que toda esta exposición viene de los maestros japoneses y de sus reproducciones múltiples, de la xilografía (Ukyo-e), y hablar de la influencia de estos en los impresionistas, hasta decir que el video es una forma de grabado contemporáneo, todo con el fin de trazar una línea histórica que llegué a Abraham en su cuarto en Cedritos pintando soles.

Pero hay que darse cuenta de que, por más repetición de motivo, estas obras están lejos de ser reproducción; la xilografía no comporta una absoluta libertad de expresión, sino que es una operación artesanal que opera bajo ciertas limitaciones.

La pintura pura es una expresión directa de la individualidad, mientras que la artesanía constituye una expresión indirecta. Hay que alejarse del puro contexto, lo importante en la obra de Abraham es la descontextualización.

Aislar al sol de cualquier lugar en específico, ojo no abstraerlo totalmente, sino extraerlo de situaciones individuales, volverlo luz, volverlo color, mezclarlo con palabras y con caracteres Katakana, Hirgana y Kanjis. Es posible recrear un movimiento cuadro a cuadro, de los cambios y apariciones de la estrella (Sí, el sol es el y ella) en pintura. El sol en un plano general al alba. Desciende a tumbos del cielo y se posa en una composición vibrante. Después se vuelve una bola roja algo oculta tras una permutación de colores oscuros.
Un sol reptando tras un horizonte. Sospechosamente oscuro se asoma desde el subsuelo. Un sol blanco entra derrapando a un cuadro por la izquierda, y desaparece en otro por la derecha. Aparece como rayos, causando una tormenta iluminada tras ventanas y árboles.

Parte de un sol amarillo-naranja en primer plano. Centrado y más cerca se puede ver un sol entero. En un primer plano, un árbol es sacudido por un ventarrón soleado. El sol se vuelve postal, esparciéndose y distribuyéndose para todos y por todas partes. Un sol rosado viene hacia nosotros, da la vuelta a la esquina, subiendo en escalera vuelve a doblar en la otra y desaparece. Se vuelve letra, se vuelve número, se vuelve trazo.

Creando una sacudida de imágenes que suceden una tras otra en un montaje fluctuante. Una sucesión de imágenes, sin narrativa y sin ningún motivo más que constantemente perder y encontrar al sol en sus permutaciones y movimientos propios. Abraham es la lluvia solar, el rayo cósmico, la expresión directa.

Nicolás Barrera Martínez


Yanagi, Soetsu. La belleza del objeto cotidiano. Barcelona: Editorial GG, 2020. p.143
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